NGC 2174: La Nebulosa de la Cabeza de Mono capturada desde el Cielo de Guatemala

Esta publicación es la segunda de una serie de cuatro entradas dedicadas a mis mejores imágenes capturadas con cámara monocromática y la paleta SHO, todas tomadas con mi primer telescopio: el Explore Scientific ED102, el instrumento que me vio dar mis primeros pasos en este apasionante camino de la astrofotografía de cielo profundo.

NGC 2174 – Nebulosa de la Cabeza de Mono. Capturada desde Ciudad de Guatemala en SHO. 7h 27min de integración con el ED102 y cámara monocromática.

¿Qué estamos viendo?

NGC 2174, también conocida como la Nebulosa de la Cabeza de Mono, es una nebulosa de emisión ubicada en la constelación de Orión. Brilla intensamente gracias a la radiación ultravioleta de HD 42088, una estrella masiva tipo O6.5V que esculpe el gas circundante.

En el centro de la nebulosa se encuentra el cúmulo estelar NGC 2175, compuesto por estrellas jóvenes que nacieron en esta misma nube.

De toda la escena, HD 42088 se ha convertido en mi parte favorita de esta fotografía. No solo porque está ubicada justo en el corazón de la nebulosa, sino porque visualmente confirma su papel físico como la fuente que moldea todo el entorno. Es la responsable directa de la ionización del gas, y su presencia dominante en el encuadre ayuda a entender de inmediato quién está tallando esta nebulosa.

¿La encuentran en la imagen? ¿Notaron esa estrella brillante en el centro? Cuéntenme en los comentarios.

¿Por qué tanto azul?

Al procesar la imagen con la paleta de Hubble (SHO), me llamó la atención el azul intenso en la región central, algo poco común en muchas nebulosas donde predominan los tonos dorados (SII) y naranjas (Hα). Esto se debe a una alta concentración de oxígeno doblemente ionizado (OIII), lo cual es típico en regiones energizadas por estrellas muy calientes, como HD 42088.

La relativa baja presencia de azufre (SII) también contribuye a que los tonos rojizos sean mínimos, permitiendo que el OIII se destaque visualmente.

Una forma divertida de reconocer

Una de las cosas que más disfruto de este objeto es lo clara que resulta su forma. Vista de perfil, realmente parece una cabeza de mono, con frente, hocico y hasta una “mirada” sugerida por cavidades de gas. Es uno de esos objetos donde el nombre popular tiene todo el sentido del mundo al ver la imagen.

NGC 2174 está en la constelación de Orión. Su forma esculpida por la estrella HD 42088, en el centro, y el cúmulo NGC 2175, que nació dentro de esta misma nube.

Técnica y captura

Esta imagen fue tomada en 2024, desde mi techo en Ciudad de Guatemala, usando el siguiente equipo:

Lugar de captura: Techo de mi casa, Ciudad de Guatemala
Calidad del cielo: Bortle Class 5
Tiempo de integración total: 7 horas y 27 minutos
Tubo óptico: Explore Scientific ED102 (f/7, triplete apocromático)
Cámara: ASI2600MM Pro (monocromática)
Filtros: Banda estrecha ZWO (SII, Hα, OIII)
Montura: Sky-Watcher EQ6-R Pro
Procesamiento: PixInsight
Centro de control: N.I.N.A

El uso de banda estrecha fue clave para trabajar desde un entorno urbano, aislando perfectamente las emisiones específicas del gas y evitando la contaminación lumínica.

Lecciones aprendidas

Algo que descubrí al procesar esta imagen es que NGC 2174 es ideal para tiempos de exposición largos, ya que no contiene estrellas brillantes que opaquen la nebulosa. Esto me permitió estirar bastante los canales y resaltar las estructuras de gas sin comprometer el balance de la imagen.

También confirmé lo valioso que es trabajar con una cámara monocromática cuando se busca detalle y control total del color. La separación por filtros hizo posible destacar la distribución del oxígeno y las cavidades internas del gas ionizado con claridad.

Conclusión

Habiendo logrado mi primera fotografía de cielo profundo con cámara monocromática y paleta SHO con la región de la Flama y la Cabeza de Caballo, esta segunda imagen con NGC 2174 fue una confirmación clara de que el proceso funciona. Afiné pequeños detalles tanto en la captura como en el procesado, mejoré la forma en que gestiono los tiempos de exposición y el balance entre los canales, y me sentí muy feliz con el resultado final.

Esta experiencia no solo me dio confianza, sino también más ganas de seguir explorando y aprendiendo con cada nuevo objeto. La astrofotografía es un camino de descubrimiento constante, y este fue un paso firme hacia adelante.

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